Que es un disruptor endocrino?
«Los disruptores endocrinos son substancias químicas capaces de alterar la síntesis, liberación, transporte, metabolismo, enlace, acción o eliminación de las hormonas naturales en el organismo, es decir, con la habilidad de alterar el equilibrio hormonal y la regulación del desarrollo embrionario y, por tanto, con potencial de provocar efectos adversos sobre la salud de un organismo o de su descendencia,» Nicolás Olea (2019).
Los disruptores endocrinos están por todas partes, es inevitable su exposición, pero es posible la disminución a esta, de seguida te dejamos algunos consejos para evitarlos.
Hay un articulo interesante en Bio eco sobre esta temática en el embarazo y lactancia, míralo: Cómo afectan los PFAS al embarazo y la lactancia – Bio Eco Actual
Consejos para protegerse de los disruptores endocrinos presentes en los alimentos, agua y bebidas diversas:
– Consume productos ecológicos (estos están libres de pesticidas, abonos sintéticos, antibióticos y aditivos químicos), de proximidad y de temporada;
– Haz que tus menús sean variados, de esta forma disminuyes la probabilidad de exposición en algún alimento;
– Lava de forma intensa los vegetales y frutas y, pela la fruta descartando su piel;
– Consume carnes y leche bajos en grasa, puesto que los compuestos contaminantes se depositan en los tejidos adiposos;
– Evita los alimentos ahumados y hechos a la brasa, son fuentes de hidrocarburos aromáticos policíclicos;
– Las frituras de patatas y otros hidratos de carbono deben ser a baja temperatura así como los horneados de pan y cereales, dado que la sobrecocción de estos favorece la producción de acrilamida;
– Limita el consumo de pescado, en especial el graso y de gran tamaño. Diversifica las especies. El pescado es apuntado como fuente de metilmercurio, ftalatos y compuestos persistentes. Usa el mismo criterio para el pescado enlatado.
Evitar disruptores endocrinos del material de procesamiento, envasado y preparación de los diferentes alimentos:
– Reduce al máximo el consumo de alimentos procesados y/o ultra procesados dando preferencia a los alimentos frescos, puesto que de los alimentos preparados no puedes controlar su proceso de fabricación en la factoría. Así reducirás la exposición a adictivos, colorantes y conservantes;
– Evita el consumo de «comida rápida», no disponemos de la información necesaria sobre los adictivos procedentes del envasado;
– No consumas alimentos procesados que se sirvan en envases de papel y cartón reciclado, principalmente cuando están calientes. Busca la ecoetiqueta, disminuirás la exposición a alquilfenoles, biocidas, fragancias y surfactantes;
– Identifica y descarta productos con parabenos (E-214, E-219, están prohibidos los E-216 y E-217), utilizados como conservantes frente a bacterias, levaduras y hongos;
– Aunque es muy difícil, siempre que te sea posible evita la compra de alimentos envasados. Nunca sabrás si el polímero plástico fue bien seleccionado, puesto que es casi imposible al consumidor saber los materiales del envase. Esto es valido para fiambrera, barquetas, botellas y cualquier recipiente de plástico o de metal o cartón plastificado en su interior;
– Evita los alimentos y bebidas envasados en latas metálicas, bien sean de aluminio o de latón, no hay manera de saber si son fuentes de bisfenol-A, S o F. Son una buena alternativa los envases de cristal;
– Elige envases de cristal, cerámica o acero inoxidable;
– Nunca calientes los alimentos en conserva en la propria lata, dicho procedimiento favorece la contaminación del alimento con los componentes de las resinas epoxi del recubrimiento interior de la lata,
– No calientes los alimentos en materiales de plástico;
– No uses recipientes de policarbonato para almacenar alimentos o para cocinar, normalmente son fuente de exposición al bisfenol-A y bisfenol-S;
– No calientes líquidos en envases de policarbonato (se identifican con un número 7 PC en el triangulo de reciclado);
– No uses sartenes o otros utensilios de cocina con recubrimiento interior de aislantes perfluorados (PFOS y PFOA), busca utensilios con recubrimiento de titanio, acero o cerámica o alguno que declare estar libre de PFOS /PFOA;
– Deshazte de los tiques de compra si se trata de papel térmico. Este es una fuente muy grande de exposición al bisfenol-A y Bisfenol-S;
– No utilices vasos, platos o cubertería de papel para comida o bebidas, el recubrimiento interior puede estar hecho de resina epoxi que libera bisfenol-A con el calor;
– Cuando vayas a usar algo de plástico que esté en contacto con tu comida, busca alternativas más seguras. Los plásticos que van a la basura doméstica pueden identificarse con el numero de reciclado, evita los números 3, 6 y 7.
Como evitar los disruptores endocrinos en las bebidas y el agua:
– Pide una botella de cristal para el envasado de agua en tu cafetería o restaurante;
– Evita consumir agua embotellada en envases de policarbonato, identificados con el número 7 en el triangulo de reciclado, contribuyen a la exposición al bisfenol-A;
– No reutilices las botellas de plástico, puesto que a un uso mayor mayor riesgo que esta libere compuestos;
-Utiliza jarra o botella de cristal para almacenar tu agua o tus infusiones, zumos, etc.;
– Evita que la botella de plástico con agua este expuesta al sol, la temperatura y la radiación pueden ayudar a liberar componentes del plástico y sus adictivos;
– Usa termos de interior metálico o de vidrio;
– No elijas botellas reutilizables de policarbonato, polipropileno o poliestireno;
– Si usas algún sistema de filtración del agua en el hogar asegúrate que este funciona por ósmosis con recalcificación;
– Procura no emplear en tu vivienda cañerías de plástico, el PVC puede ser fuente de ftalatos;
– Evita el consumo de bebidas enlatadas, tales como refrescos, puesto que en su interior las latas suelen llevar un recubrimiento de resina epoxi que te exponen a varios tipos de bisfenoles;
– Evita el consumo de bebidas almacenadas en envases de plástico o cartón con interior plástico, nunca sabrás los adictivos que llevaran esos envases en su fabricación.
Protegerse de la exposición a los disruptores endocrinos presentes en los cosméticos y productos de higiene personal:
– Elige cosméticos con la ecoetiqueta o bio;
– Identifica los productos que reconocen no contener algunos componente, tales como, los parabenos, en cualquier de sus presentaciones prohibidas en la UE (fenil, bencil y pentilparaben) metil, etil, butil y propil cuya concentración se regula a la baja y se prohíbe para niños;
– Identifica los productos que contengan ftalatos, el único autorizado en la UE es el diethyl phthalate (dietilftalato, DEP). Recuerda que el ftalato puede entrar en la formulación de fragrance o parfum;
– los envases también pueden ser fuentes de ftalatos;
– Identifica los productos que contengan alquilfenoles, que aparecen bajo el nombre de INCI de nonyphenol o nonoxynol. Este último es el más frecuente de los espermicidas en el mercado español, bien sea en óvulos vaginales, condones, esponjas anticonceptivas, lubricantes para uso vaginal y diafragmas vaginales, en donde aparece bajo el nombre de nonoxynol-9;
– Rechaza productos que contienen glicol éter fenoxyetanol, que puede ser tóxico para la reproducción;
– Evita el uso de productos con filtros ultravioleta basados en benzofenonas, canfenos y oxicinamatos, puesto que, están bajo suspecha de seren disruptores endocrinos. Aparecen en la clasificacion de INCI como benzophenone, oxybenzone, ethylhexy methoxycinnamate y 4-methylbenzylidene camphor;
– Elige cremas con filtros ultravioleta que emplean dióxido de titanio y óxido de zinc, conocidos como filtros inorgánicos;
– Evita productos con resorcinol, frecuente en tintes para el cabello, champú, lociones y algunos productos dermatológicos para el acné e el eccema;
– Evita el buthylhidroxyanisol BHA, que se emplea como conservante, frecuentemente se formula en la fragrance o parfun, cuya composicion no se declara;
– Elige productos sin triclosán, frecuentemente empleado en cremas de dientes;
– Evita las siliconas frecuentes en champús, cremas y desodorantes. En la nomenclatura INCI aparece como cyclopentasiloxane. El octamethylcyclo tetrasiloxane (D4) es un disruptor endocrino bien conocido que la UE va a restringir su uso;
– Evita el lavado de manos con jabones que contengan agentes antibacterianos como triclosán y fragancias;
– Elige productos con la ecoetiqueta para la higiene intima, sean compresas o tampones, así disminuirás tu exposición a aditivos plásticos, adhesivos, tintas, fragancias, lociones, siliconas (D4), triclosán, parabenos, formaldehido;
– Atención a los repelentes para insectos, evita que tengan dimetil ftalato;
– El agua de la ducha y del baño puede ser una fuente de exposición a trihalometanos, halógenos y pesticidas, si sabes que los hay, tendrás que depurar el agua con filtros de carbón activo o ósmosis inversa;
– No se sabe mucho sobre la toxicidad de los microplásticos añadidos intencionadamente como abrasivos a jabones, crema de dientes, baños de burbujas y champús, pero sabemos que una vez en el medioambiente pueden atrapar contaminantes orgánicos persistentes, siendo algunos disruptores endocrinos. Evita esta composición.
Protegerse de los disruptores endocrinos durante el embarazo y la lactancia y tu hijo:
– Consume productos de agricultura ecológica;
– Lava la fruta y las verduras y pela la fruta. Elige fruta de temporada, de proximidad y si es posible de comercio justo o economía circular;
– Si puedes elegir, evita residir en zonas de agricultura intensiva donde la contaminación aérea y ambiental es bastante más intensa;
– Sigue las recomendaciones sobre consumo de pescado durante el embarazo, limita el consumo semanal y, selecciona las especies por procedencia y peso;
– Usa sal yodada en la preparación de las comidas, añadiéndola una vez hecha la comida puesto que, el yodo es volátil y desaparece con la cocción;
– evita el empleo de los plásticos en la preparación de la comida del bebé y del niño. Los biberones de policarbonato (fuente de bisfenol-A) están prohibidos en Europa, las alternativas están marcadas como «libre de BPA» o «BPA free». A todo esto, como no sabemos si se están utilizando alternativas igualmente tóxicas, tales como, BPS y BPF, procura usar biberones de vidrio o certificados por alguna entidad reconocida que reconozca el problema de los disruptores endocrinos;
– Intenta proteger a tu hijo de la exposición a aditivos del plástico en los comedores escolares, que por norma usan bandejas de plástico para calentar la comida;
– Siempre que te sea posible rechaza los productos envasados. La UE acaba de prohibir envases alimentarios que puedan transferir bisfenol-A (BPA) a los alimentos infantiles, no estoy seguro que la sustitución sea la adecuada con la rapidez necesaria;
– Emplea agua y jabón para lavar las manos. Evita tintes de pelo y perfumes, evita los desodorantes;
– Reduce el número de productos de higiene del bebé a unos pocos de los cuales tengas buena información sobre sus compuestos. Descarta los que no se necesite aclarar con agua tras su uso. El glicol éter y el fenoxietanol están prohibidos para bebés en algunos países europeos, busca productos que no los empleen;
– Protege los niños de la exposición al sol con ropa adecuada y busca espacios sombreados en las horas centrales del día, limita el uso de filtros solares con composiciones basadas en benzofenonas, oxicinamatos y canfenos;
– Durante el embarazo rechaza el uso de cosméticos que contengan propil y butilparaben, filtros solares del tipo del OMC y benzofenona-3, también el empleo de productos con triclosán, dichos productos encuentran con frecuencia en lociones corporales y faciales, de manos y cremas solares;
– Nunca emplees cosméticos sobre piel dañada puesto que la absorción es mayor;
– Evita pastas de dientes, desodorantes, colutorios bucales y lociones corporales con triclosán;
– Elige cosméticos que se aclaren con agua, así como, champús y geles de baño con la ecoetiqueta específicos para niños y libres de fragancias,
– Elige pañales con la ecoetiqueta, reduces la exposición a aditivos plásticos, adhesivos, tintas, fragancias, lociones, siliconas (D4), triclosán, parabenos, formaldehído que están prohibidos para el empleo de dicha etiqueta;
– Elige ropa infantil de tejidos naturales y, lava siempre la ropa antes de usar por primera vez;
– Evita el uso de sandalias de plástico y las cremas solares al mismo tiempo (la Agencia Danesa de Medio Ambiente ha demostrado que es una de las fuentes combinadas más importantes de ftalatos);
– Reduce tus trabajos de jardinería o bricolaje que empleen productos químicos. Busca productos con la ecoetiqueta, reducirás la exposición a ftalatos, perfluorados, alquilfenoles, siloxanos y compuestos volátiles;
– No estrenes coche durante el embarazo o con tu recién nacido, puesto que los coches nuevos son una gran fuente de disruptores endocrinos, tales como, retardantes del fuego, ya sean bromados u organofosforados,
– Ojo con las pinturas de la vivienda, busca la ecoetiqueta y ventila bien el hogar,
– Busca muebles de madera maciza o metal, evita colas y barnices frescos, puesto que, pueden liberar formaldehído y otros compuestos volátiles contenido en el aglomerado;
– Evita revestimientos de PVC para la habitación del niño;
– Si has elegido revestimientos de madera elige la ecoetiqueta, así disminuyes la exposición ambiental a pesticidas y biocidas, compuestos organohalogenados, metales, ftalatos y compuestos volátiles;
– Elige colchones con la ecoetiqueta, la gomaespuma es una fuente inagotable de productos químicos volátiles, así evitarás alquifenoles, derivados clorados, compuestos perfluorados, retardantes del fuego, biocidas, plastificantes, organohalogenados;
– Elige juguetes sin PVC y sin ftalatos;
– Lava los peluches y cualquier juguete lavable antes de dárselo a tu hijo;
Desempaqueta los juguetes horas antes de dárselo al niño;
– Descarta juguetes perfumados.
Como protegerse de la exposición a los disruptores endocrinos presentes en la jardinería, bricolaje y actividades recreativas:
– Trabaja en lugares aireados y con protección personal adecuada y recomendado por el fabricante: guantes, mascarilla, filtros, magas largas, gafas, mono, etc. Si trabajas en un local interior ventila lo más que puedas;
– Evita el uso de solventes y resinas que se han identificado como posibles disruptores endocrinos;
– No uses pinturas con componentes bajo sospecha de ser disruptores endocrinos, elige la ecoetiqueta, así aseguras la disminuición de la exposición a compuestos volátiles y semivolátiles, ftalatos, perfluorados, quilfenoles;
– No comas ni bebas mientras trabajas;
– Usa productos recomendados para agricultura ecológica para tu huerta o jardín;
– Respeta las dosis recomendadas por el fabricante para los fitosanitarios. No hagas tratamientos fitosanitarios cerca de corrientes de agua ni con viento. Evita la presencia de otras personas durante tales operaciones;
– Limita el uso de áreas recién tratadas con fitosanitarios;
– Sigue las recomendaciones de aplicación cuando tratas con insecticidas y fungicidas a las mascotas;
– Busca información sobre los tratamientos fitosanitarios levados a cabo por tu ayuntamientos en los parques y jardines de tu zona.
Protegerse de la exposición a los disruptores endocrinos presentes en el hogar, armario y coche:
– Ventila la casa diariamente, por lo menos 10 minutos por las mañanas y 10 por las tardes. Si tu calle es muy transitada por vehículos a motor busca las horas de menor intensidad;
– Cuando estrenes mobiliario aumenta la frecuencia de aireación, si es posible déjalos airear antes de introducirlos en tu vivienda, así reduces la exposición a retardantes de la llama bromados y clorados;
– Los rellenos de sillones, cojines y colchones de goma pueden estar tratados químicamente con biocidas y antiignífugos. Estos últimos se han añadido a la mayor parte de los enseres domésticos para reducir el riesgo de fuego, son tanto los polibromados como los organofosforados, siendo la mayor parte de ellos disruptores endocrinos;
– Evita componentes de decoración de suelos y paredes basados en PVC que se han flexibilizado con ftalatos. Moquetas y revestimientos de paredes pueden ser una fuente de disruptores endocrinos, busca la ecoetiqueta;
– Ventila los colchones recién comprados y siempre que posible busca la ecoetiqueta;
– Aspira tu colchón con regularidad, así eliminas compuestos semivolátiles y componentes de la formulación de la gomaespuma;
– Precaución con el desempaquetado de cualquier equipamiento del hogar, es el momento en que más componentes volátiles se desprenden;
– Busca tapicerías cuyos fabricantes hayan controlado el empleo de aditivos químicos, tales como, per-polifluorados y pirorretardantes polibromados u organofosforados;
– Deshazte de alfombras y moquetas más antiguas, dado que pueden ser reservorio de pesticidas organoclorados, empleados para tratar textiles hasta principio de los años 90,
– Apago los aparatos electrónicos cuando no estén en uso y busca la ecoetiqueta, así reduces tu exposición a retardantes del fuego, metales tales como, cadmio, mercurio, plomo, cromo y biocidas;
– Usa productos de limpieza con la ecoetiqueta o emplea sistemas tradiciones, tales como, agua, vinagre, bicarbonato sódico o bórax. No mezcles los productos de limpieza entre si;
– Los guantes de plástico están asociados al bisfenol-A, por eso debes limitar su uso;
– Cambia con frecuencia el revestimiento de tu mes de planchado, disminuyes tu exposición a los perfluorados;
– No uses espráis y productos que se volatilizan como ambientadores, velas o ceras;
– No uses fragancias artificiales en los ambientadores, insecticidas, productos de limpieza, toallitas o papel;
– Asegúrate de la buena extracción de los gases de los sistemas de combustión del hogar. Los hornillos de gas son una fuente importante de hidrocarburos aromáticos policíclicos (PAH);
– Tu ropa puede ser una fuente de disruptores endocrinos, busca la ecoetiqueta y disminuirás la exposición a pesticidas, órgano-estánicos, alquifenoles, clorofenoles, formaldehído, retardantes de la llama, plastificante y metales. Usa siempre ropa hecha de tejidos naturales;
– Ventila la ropa antes de guardarla en el armario;
– Elige calzado con la ecoetiqueta, así, aseguras una reducción de la exposición al pentacloro y al tetraclorofenol, cloroalcanos, nitrosaminas, alquifenoles, ftalatos y algunos biocidas, también a metales (cromo, arsénico, cadmio y plomo) y formaldehido;
La lista es muy extensa, pero no te agobies, es importante que te vas familiarizando con el problema y sus diferentes causantes. Empieza introduciendo cambios paulatinamente y está pendiente a la hora de comprar.
Reduce tu exposición lo máximo que puedas, sabiendo que cada persona tiene sus circunstancias, por eso, no todos tendremos los mismos comportamientos de consumo.
Nota: La lista de consejos para la disminución de la exposición a los disruptores endocrinos está basada en el libro «Libérate de toxico» de Dr. Nicolás Olea (2019).